ENTRA EN TU ZONA DE CRECIMIENTO
¿Qué es la zona de crecimiento?
Es allí dónde empujamos los límites de las habilidades y experiencias existentes. Aquí es donde el aprendizaje es real y el crecimiento tiene lugar. La zona de crecimiento es donde ocurre la magia, el liderazgo comienza y crece, donde se construye el éxito y se alcanzan los objetivos.
Es una situación que representa un reto o desafío,al que no estamos acostumbrados y requiere esfuerzo, mayor concentración, uso de la imaginación y creatividad, donde se nos exige razonar y utilizar la lógica para encontrar soluciones.
Cuando salimos de la zona de confort, entramos en una espacio llamado zona de crecimiento.
La zona de crecimiento es un lugar nuevo, donde nos sentimos desprotegidos, con un cierto grado de incomodidad e incertidumbre ante las nuevas situaciones a las que debemos enfrentarnos.
Pero la zona de crecimiento también puede ser una zona emocionante y desafiante para muchas personas, que los hace estremecer, donde saben que están por descubrir algo nuevo y tendrán que sacar lo mejor de sí mismos para solucionarlo.
La sensación dependerá de cuán habitualmente nos expongamos a la zona de crecimiento, las personas que pasan muchos años en su zona de confort, pueden sentirse totalmente inadecuados y desnudos ante situaciones nuevas, por el contrario las personas que se exponen periódicamente a nuevos desafíos, se emocionan cada vez que entran en su zona de crecimiento.
Beneficios de entrar en la zona de crecimiento:
- Nos permite adquirir nuevas habilidades.
- Aumenta nuestro nivel de productividad.
- Nos será más fácil lidiar con futuros cambios y eventos inesperados.
- Nos resultará más fácil enfrentarnos a nuevos límites en el futuro.
- Nuestra mente estará más alerta y desarrollaremos el pensamiento creativo.
- Aumentaremos la confianza en nosotros mismos.
- Nos sorprenderá lo que somos capaces de llegar a hacer.
- Aprenderemos a pensar «fuera de la caja» desde una nueva perspectiva.
¿Cómo mantenernos en la zona de crecimiento?
Hacer algo nuevo cada día.
Puede ser algo tan sencillo como tomar un nuevo camino hacia casa, hablar con desconocidos, tomar tu brake en el trabajo con ese compañero al que normalmente no haces caso.
Empujar nuestros límites en cada una de las actividades que realicemos.
Cuando hacemos una actividad a la que estamos acostumbrados, debemos buscar siempre ir un poco más allá, por ejemplo si nuestro tiempo máximo de dedicación al deporte son 20 minutos diários y nunca hemos conseguido hacer más, empecemos por empujar nuestros límites, un 5 por ciento semanal, hasta que logremos hacer 1 hora de deporte seguida.
Aprender a salirnos de lo común cuando queramos conseguir algo.
Salirnos de la norma o tomar acciones hacia un objetivo de manera que nunca antes lo habíamos hecho es una de las formas más rápidas de convertirnos en una persona altamente productiva.
Cambiar el entorno con el que nos rodeamos.
Nuestro entorno puede ser nuestro mayor enemigo o nuestro mejor aliado, depende de con quién nos rodeemos, salir de la zona de confort es para personas que queremos convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos. Unirse y relacionarse con personas que están donde quisiéramos estar, es la manera de acelerar nuestro aprendizaje.
Leer
Los libros son una forma ideal de entrenar nuestra mente para ir a la zona de aprendizaje.
La zona de crecimiento puede parecer intimidante cuando no sabemos a lo que nos enfrentamos pero si leemos pej. una biografía de otra persona que ha pasado por los mismos desafíos y salió victorioso estaremos entrenando nuestra mente para hacerle saber que es posible.
Los libros también nos ayudan a adquirir nuevas habilidades para estar preparados para el momento que nos enfrentemos a nuevas circunstancias.
La zona de crecimiento es temporal, la sensación de incomodidad e incertidumbre a lo desconocido es pasajera, tras exponernos repetidas veces a las mismas circunstancias que nos hacen sentir incómodos, se vuelve algo familiar.
Y lo que antes era la zona de crecimiento se vuelve nuestra nueva zona de confort, solo que ahora somos más fuertes, tenemos una mayor capacidad al cambio, hemos sumado nuevas experiencias y posiblemente hayamos adquirido nuevas habilidades.
Si dejamos de buscar nuevas zona de crecimiento, nos convertiremos en personas fuertes en nuestro entorno, pero no en el gran océano de la vida.
Así que cada vez que nuestro entorno se vuelva familiar, debemos buscar nuevos objetivos.